El carnaval de Lagunillas en plena Navidad
Foto celular |
Por: Ernesto J. Navarro
En Ciudad Ojeda, estado Zulia, cada 27 de diciembre sus habitantes participan de una fiesta religiosa en honor a San Benito. Una multitud asiste a la misa a "pagar una promesa" y a bailar al santo al ritmo de los tambores y bajo una lluvia de ron.
En Ciudad Ojeda, estado Zulia, cada 27 de diciembre sus habitantes participan de una fiesta religiosa en honor a San Benito. Una multitud asiste a la misa a "pagar una promesa" y a bailar al santo al ritmo de los tambores y bajo una lluvia de ron.
Pero
24 horas más tarde -en la fecha marcada como el "Día de los Santos
Inocentes"-, Ciudad Ojeda se vuelve pagana y un carnaval de desenfreno se
apodera de las calles que circundan la plaza Alonso de Ojeda para dar vida a
la Fiesta de Las Locas.
Origen
Información
que circula por la red (1) explica que la fiesta:
se
inicia espontáneamente en la década de los 40, cuando un grupo de “empinadores
del codo” se vestían de mujer, cada 28 de diciembre (Día de los Santos
Inocentes), y alegraban con sus ocurrencias a los parroquianos de la calle
Zulia, especialmente frente a la habitación de José Los Santos, capitán de la
cofradía de San Benito.
El
suministro de bebidas espirituosas dependía de la bondad de los bodegueros como
“El Negrito París” y Andrés Walet. Esta expresión, remedo de la Fiesta de Los
Locos (La Vela de Coro) y La Locaina (pueblo llano de Mérida).
Esta
Fiesta de Las Locas es muy heterogénea, con un despliegue de escenografía,
música, vestidos de alta costura, peinados faraónicos; seres humanos desfilando
de diversos sexos y de diferentes tendencias sexuales que reivindica la
diversidad del ser humano y el reconocimiento respetuoso del otro mediante la
tolerancia. Actualmente asisten delegaciones de Caracas, Valencia,
Barquisimeto, etc.
2012
Nací
en Ciudad Ojeda hace 38 años y ayer, por primera vez, asistí a la Fiesta de
las Locas. En las calles se vive un desenfreno propio de un carnaval,
parece que todo está permitido. Hombres vestidos de mujer (disfrazados creo que
es mejor término) caminan por las calles y piden dinero para comprar licor. Los
que no colaboran, reciben un baño de los más insoportables perfumes que
"las locas" cargan en sus bolsos, mientras al ritmo de unos tambores
cantan:
-
si, si, si.
no, no, no,
que
se muera ella
y
no me muera yo
La
mayoría de "las locas" con las que hablé (muchachos bastante jóvenes)
no conocen el origen de la fiesta. "Yo vine por joder", me
dijeron algunos. Otros -y aunque vestidos y maquillados- se quejaban con muy
machista: "por ahí anda mucho marico coleado".
Una
fiesta con más de 60 años de realización, mantiene su fidelidad a la
fecha aunque el contenido social, histórico y su valor cultural, parece
desvanecerse entre los vapores del alcohol...
Yo
espero volver el próximo año y con esta nota, más que criticar, deseo aportar
dos líneas a la difusión del origen de una de las pocas tradiciones propias de
este pedazo de tierra zuliana, habitada por miles y miles de venezolanos que
migraron atraídos por la riqueza petrolera...
-----------------------------
Más información
1.-
http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:KCP1b_B9T5QJ:www.calameo.com/books/000097065954d673b2744+&cd=8&hl=es&ct=clnk&gl=ve&client=firefox-
No hay comentarios.:
Publicar un comentario