Portada del LP del incomparable festival |
Por: Ernesto J. Navarro
Este texto apareció publicado en el Diario Panorama
el 18 de Noviembre de 2014
Cuando Neyla Moronta y Juan Carlos Mor Fuentes dijeron en televisión que
“El mercado de los buchones” era la
gaita ganadora del primer festival Industrias Pampero: “Una Gaita para el Zulia”, Chela Tremont pegó un grito tan fuerte,
que sus vecinos en Puerto Nuevo (Lagunillas) creyeron que algo le había pasado.
Dejó el televisor encendido, las puertas abiertas, salió al patio a celebrar “su” victoria y bailó sola de alegría en
medios de los coquillos que adornaban el jardín.
Tenía razones para estar eufórica. Ella pasó varios meses de ese año
1984, recortando de Panorama los cupones con los cuales la gente del común
podía votar por las gaitas participantes, pero ella en particular se convirtió -por
voluntad propia- en una especie de jefa de campaña de Astolfo Romero.
Cada uno de sus vecinos -en al menos 10 cuadras a la redonda- recibió la
visita de Chela, escuchó la gaita y pacientemente aceptaron que ella los
sermoneara con cada atributo de esa composición. Luego, hacía que firmaran los
cupones que ya tenían marcado el check
list en la composición que presentó Gaiteros de Pillopo.
Chela, tenía como un radar que le indicaba la hora en la que las radios
promocionaban esa gaita y subía todo el volumen del equipo de sonido. Los
vecinos que ya le habían entregado su voto y que ella depositaba religiosamente
en los buzones, hacían lo mismo y con ello las melodías se amplificaban y así, la
voz de Astolfo pasaba de calles a esquinas en aquel campamento petrolero.
Esa noche, las presentaciones en el Círculo Militar de Maracaibo, eran
el punto culminante de un festival donde, al decir de León Magno Montiel,
indiscutible cultor gaitero, “participaron los mejores compositores y las
mejores agrupaciones del momento”.
El festival
Mediaba la década de los 80’s y las programaciones de las radios
venezolanas estaban inundadas por una guerra comercial entre la salsa erótica y
el merengue, la música pop y la changa. El Zulia, que siempre ha tenido
profundos debates sobre la cantidad de gaitas que suena en las radios, no
escapó al fenómeno.
El festival propuesto por Pampero
logró, recuerda León Magno, despertar el interés por la gaita. “La gaita estaba
en descansando en aguas mansas en los ochentas. Como dicen en términos
deportivos, estaba en un slump”.
Así le dieron la tarea de dirigir la ambiciosa iniciativa a un músico
respetado en todos los ámbitos: Miguel Delgado Estévez, descrito por Magno como
“un gran guitarrista y un excelente cronista musical, que le imprimió mucho
rigor al trabajo de las agrupaciones participantes”.
Si pudiera simplificarse la experiencia valdría enumerar tres elementos vitales
para la trascendencia de Una Gaita para el Zulia: el director, los recursos
disponibles y las bases del concurso que exigieron a los compositores temas “en
homenaje al Zulia. Que las gaitas exaltaran las grandezas y potencialidades de
la región”, agrega León.
La promoción
A más de 600 kilómetros de Maracaibo, Daniel Liendo, un periodista
caraqueño y gaitero de corazón quien por más de dos décadas ha sostenido el
programa de radio Súper diciembre dedicado
a la gaita zuliana, veía con expectación la pantalla del canal dos.
Las gaitas no fueron promocionadas en Caracas lo mismo que en el Zulia,
por lo que cada una de las 10 intervenciones resultaron una “alegre sorpresa”,
para él. Daniel desconocía, por ejemplo, la campaña que Chela desencadenó en
Lagunillas, o cómo la gente en las calles enarbolaba sus favoritismos gracias a
la promoción que las emisoras hicieron de las composiciones participantes.
Sin duda, estaban allí juntos los más emblemáticos grupos gaiteros: Gaiteros
de Pillopo con Astolfo Romero; Alegres
Gaiteros de Nelson Romero; El Barrio Obrero de Cabimas; Los Cardenales del
Éxito; Las Estrellas del Zulia con Jack Pérez; El Gran Coquivacoa en el gran momento de Neguito Borjas;
Grupo Candela; La Universidad Todos Estrellas con Chavín y Ricardo Cepeda; Fernando
Rincón; y Santa Anita.
30 años después de aquella transmisión televisiva, Daniel Liendo entrevistaría
en su programa a Tito Delgado -quien junto a Carmencita Silva del Barrio Obrero
de Cabimas- interpretaron Dispersos de
orgullo zuliano, una gaita de Edmundo González Barrios.
Tito atesora un recuerdo invaluable de ese 1984: “Es uno de los festivales
más hermosos que se ha hecho para el impulso de la gaita zuliana. El evento
permitió la promoción de grupos, temas y compositores”.
“Se otorgaron horas específicas para que las radios colocaran las gaitas
participantes y así el pueblo zuliano pudiera, no sólo conocerlas, sino
disfrutarlas”, agrega Tito sin saber que por esos días, Chela Tremont era una
de las que más aprovechó esos espacios radiales para hacer su gesta.
El festival se extendió hasta el año 90. Pero como diría Daniel en su
programa, “el primero es el primero”.
Trascendencia
Dentro de la gaita se da con frecuencia, opina León Magno, que algunos temas
suenan, suenan y no quedan, luego la historia los borra, responden a un impulso
promocional del momento pero luego pasan.
Las diez gaitas finalistas de ese primer festival Una Gaita para el
Zulia rápidamente se abrieron paso en la memoria musical del colectivo zuliano.
“Eso demuestra la calidad que tuvo ese gran festival. Se trata de temas
que tienen bellas letras, bellas melodías y fueron muy bien interpretados. Sin
mezquindades hay que decir, que el Festival Pampero ha sido uno de los grandes
aportes que ha tenido la gaita zuliana”, explica Magno.
Y dijo más: “Yo creo que de todos los festivales que se han hecho de la
gaita, y hablo de todos, el más trascendente, el más relevante ha sido el
festival Una Gaita Para el Zulia.
Nuevas generaciones
El mundo de la gaita lamentó cuando la familia Tamayo, dueños de la
marca Pampero, vendió esa empresa a un consorcio británico que, evidentemente, no
tenía interés en mantener el concurso. Sin embargo, el aporte a la música queda
como patrimonio del Zulia.
“Creo que llegó el momento de reeditarlos. Sería un legado importante
para los nuevos seguidores de la gaita. Esas producciones se hicieron en vinil
y jamás se reeditaron. Habría que hacer una edición con una buena revisión
histórica y presentárselos, una vez más, al pueblo zuliano”, propone León Magno
Montiel como estrategia para traer al presente la pasión que movió el corazón
de Chela.
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Participaron:
Gaiteros de Pillopo - El mercado de los buchones de Astolfo Romero
Alegres Gaiteros - La zulianita de Javier Muñoz
Barrio Obrero - Dispersos de orgullo zuliano de Edmundo González Barrios
Cardenales del Éxito - Mi jardín florido de Eurípides Romero
Estrellas del Zulia - Como no voy a cantarte de José Marrero y Jack Pérez
Gran Coquivacoa - Calles viejas de Abdénago “Neguito” Borjas
Grupo Candela - Remembranza de Heberto Pedraja
La Universidad Todos Estrellas - La gaita que yo te canto de Luis Oquendo Delgado
Fernando Rincón - Una gaita para el Zulia de William Atencio
Santa Anita -
Nuestra identidad de Hermes Segundo Chacín
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Si quieredes descargar el LP completo del 1er Fesativa Una Gaita Para el Zulia, PULSE AQUÍ
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