Ubicación geográfica de la actual Lagunillas / Imágen: wikipedia |
Si
usted busca en un mapa verá que Lagunillas es una población del
estado Zulia (Venezuela), ubicada en el municipio del mismo nombre.
Es la capital de la Parroquia Venezuela y además sabrá que se encuentra
geográficamente entre Ciudad Ojeda (límite norte) y Bachaquero (al
sur) Abarca desde la carretera R hasta la carretera W.
Es
una pequeñísima franja poblada pegada a las costillas de la costa
oriental del Lago de Maracaibo o más concretamente separada de las
aguas por un muro de contención (una barricada monumental que robó
tierras al lago y que fue erigida por la holandesa Royal
Dutch Shell). De no ser por ese mounstrosidad de dique,
Lagunillas sería la Atlantida.
De
este pueblo, mi abuelo Germán me contó una vez (apenas lo recuerdo)
más o menos lo mismo que con los años leí por obligación
curricular en el liceo Domitila Flores y que era el argumento de la
novela Mene de Ramón Díaz
Sánchez. Su vida palafítica, el incendio que lo barrió y el
nacimiento de las ciudades de tierra.
El nombre: Lagunillas (no hay que echarle mucho coco) quiere decir Laguna Pequeña. Hay acuerdo en que se toma por una
pequeña laguna originada en la desembocadura del río Pueblo Viejo, también conocido como río Paraute. La temporada lluviosa, me cuentan, aumentaba el caudal del río anegando amplios territorios. Estas lagunas pequeñas o Lagunillas dieron el nombre a
esta tierra.
Caminando sobre las aguas
Antes
del actual poblado existió Lagunillas de Agua. Un pueblo
flotante sobre el lago de Maracaibo y albergaba sobre su planchada
más de 500 viviendas. Entre sus caminerías de tabla escondía
bares, casinos, sitios de reuniones políticas, de poetas y músicos
proscritos, había talleres de zapateros y tienditas de víveres.
Aunque serían sus burdeles y no sus poetas los que clavarían su
nombre en la historia.
Planchada original sobre la que se levantó Lagunillas de Agua |
Según
algunos textos de historia Lagunillas de Agua fue dundada por
los indígenas Zaparas de lengua Arawaca, quienes vivían de
la pesca y el comercio en el lago. El estuario les hacía de patio
común con otros pueblos de agua y con las tribus de tierra firme
como los Caquetíos (Costa Oriental), los Bobures (Sur del Lago), los
Onotos y los Wayuú.
Conspiración
contra la conquista
Mediaba
el siglo XVI, el cacique Nígale de los indios Zaparas, de
propuso crear una confederación con otros territorios como Ceuta,
Tomoporo, Moporo, Zapara, Lagunillas, Sinamaica e Isla de Toas. Sería
un bloque guerrero para luchar contra los españoles saboteándoles
el comercio en el lago de Maracaibo.
Como
ocurrió con otros guerreros indígenas pre-independentistas Nígale
fue capturado y ejecutado sin peidad en 1607 por Juan Pacheco
Maldonado. Así fulminaron los gallegos la resistencia indígena en
la región.
Desde
encontes Lagunillas se hace invisible a la historia y sólo vuelve a
mencionarse en los libros y el diarios cuando emerge de las
profundidades el estercolis demonis o
Mene
como llamaban los indígenas al petróleo. Pero seía a
comienzos del siglo XX cuando se construyeron los primero campos
petroleros cuyo único fin era tener a los trabajadores en tierra
firme y cerca de los sitios de trabajo. Así se fundó Lagunillas de
Tierra (la actual Lagunillas).
Hermosa vista de Lagunillas de Agua / Foto: internet |
Un
poco antes de levantar techos, la holandesa Shell construyó
un muro de contención para ganarle tierra al lago como hacían ellos
en los Países Bajos.
Con
“los campos” (así les dice todo el mundo) se marcó la sentencia
de muerte de Lagunillas de Agua.
Yo
no viví a Lagunillas de Agua, apenas recuerdo que de niño
esperábamos con mi abuelo Germán carritos “por puesto” en La
Frontera, justo delante de las ruinas aún habitadas del legandario pueblo palafítico. De La Frontera les contaré en otra
oportunidad.
Culpables:
Las Putas
Un
incendio, el 13 de noviembre de 1939, narra magistralmente Ramón Díaz
Sánchez en su novela Mene; redujo
a cenizas a Lagunillas de Agua.
La
hipótesis más difundida es que una lámpara de kerosene cayó
accidentalmente desde el Bar Caracas (propiedad de Alicia Mendoza) sobre las aceitosas aguas de
lago de Maracaibo provocando un voraz incendio que barrió con el
pueblo. Registra el Diario
Panorama una tragedia de magnitudes bíblicas: 5.000
muertos y cerca de 300
palafitos consumidos por
las llamas.
Los
periódicos de entonces destacaron el
“bien” que producía la destrucción de ese antro de vicio y
prostitución y menos la tragedia humana. Hay quienes se atreven a
sugerir los intereses políticos y económicos de la destrucción de
Lagunillas de Agua y la construcción de Lagunillas de Tierra y
Ciudad Ojeda.
En el imaginario popular, cobraría mayor fuerza la tesis de aquella sentencia de muerte que un cura le hizo al
pueblo por albergar burdeles repletos de prostitutas foráneas,
también atraídas por la bonanza petrolera.
Quizá
por ese gigantesco incendio, que borró de la faz de la tierra al pueblo palafítico; la bandera y el escudo del municipio
Lagunillas tienen como emblema al Ave Fénix. Recordatorio de que Ciudad Ojeda y Lagunillas de Tierra surgieron de
las cenizas de Lagunillas de Agua.
Bandera y Escudo del actual municipio Lagunillas |
Muy buen relato, yo actualmente vivo muy cerca de allí, vivo en campo Carabobo, hace poco estuve muy cerca del antiguo sindicato pero realmente no se como llegaría a las orillas de lagunillas de agua. Si es que queda alguna cosa
ResponderBorrarMuy bueno su blog. Vivo muy cerca de ese sitio vivo en campo carabobo. Quisiera saber como llegar a la orilla de la antigua lagunillas de agua, hace muy poco estuve en el frente del antiguo sindicato
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