sábado, 13 de septiembre de 2014

#02 El incendio de Lagunillas de Agua

Ubicación geográfica de la actual Lagunillas / Imágen: wikipedia

Por: Ernesto J. Navarro


Si usted busca en un mapa verá que Lagunillas es una población del estado Zulia (Venezuela), ubicada en el municipio del mismo nombre. Es la capital de la Parroquia Venezuela y además sabrá que se encuentra geográficamente entre Ciudad Ojeda (límite norte) y Bachaquero (al sur) Abarca desde la carretera R hasta la carretera W.

Es una pequeñísima franja poblada pegada a las costillas de la costa oriental del Lago de Maracaibo o más concretamente separada de las aguas por un muro de contención (una barricada monumental que robó tierras al lago y que fue erigida por la holandesa Royal Dutch Shell). De no ser por ese mounstrosidad de dique, Lagunillas sería la Atlantida.


De este pueblo, mi abuelo Germán me contó una vez (apenas lo recuerdo) más o menos lo mismo que con los años leí por obligación curricular en el liceo Domitila Flores y que era el argumento de la novela Mene de Ramón Díaz Sánchez. Su vida palafítica, el incendio que lo barrió y el nacimiento de las ciudades de tierra. 

El nombre: Lagunillas (no hay que echarle mucho coco) quiere decir Laguna Pequeña. Hay acuerdo en que se toma por una pequeña laguna originada en la desembocadura del río Pueblo Viejo, también conocido como río Paraute. La temporada lluviosa, me cuentan, aumentaba el caudal del río anegando amplios territorios. Estas lagunas pequeñas o Lagunillas dieron el nombre a esta tierra. 

Caminando sobre las aguas
Antes del actual poblado existió Lagunillas de Agua. Un pueblo flotante sobre el lago de Maracaibo y albergaba sobre su planchada más de 500 viviendas. Entre sus caminerías de tabla escondía bares, casinos, sitios de reuniones políticas, de poetas y músicos proscritos, había talleres de zapateros y tienditas de víveres. Aunque serían sus burdeles y no sus poetas los que clavarían su nombre en la historia.

Planchada original sobre la que se levantó Lagunillas de Agua
Según algunos textos de historia Lagunillas de Agua fue dundada por los indígenas Zaparas de lengua Arawaca, quienes vivían de la pesca y el comercio en el lago. El estuario les hacía de patio común con otros pueblos de agua y con las tribus de tierra firme como los Caquetíos (Costa Oriental), los Bobures (Sur del Lago), los Onotos y los Wayuú. 

Conspiración contra la conquista 
Mediaba el siglo XVI, el cacique Nígale de los indios Zaparas, de propuso crear una confederación con otros territorios como Ceuta, Tomoporo, Moporo, Zapara, Lagunillas, Sinamaica e Isla de Toas. Sería un bloque guerrero para luchar contra los españoles saboteándoles el comercio en el lago de Maracaibo.


Como ocurrió con otros guerreros indígenas pre-independentistas Nígale fue capturado y ejecutado sin peidad en 1607 por Juan Pacheco Maldonado. Así fulminaron los gallegos la resistencia indígena en la región.

Desde encontes Lagunillas se hace invisible a la historia y sólo vuelve a mencionarse en los libros y el diarios cuando emerge de las profundidades el estercolis demonis o Mene como llamaban los indígenas al petróleo. Pero seía a comienzos del siglo XX cuando se construyeron los primero campos petroleros cuyo único fin era tener a los trabajadores en tierra firme y cerca de los sitios de trabajo. Así se fundó Lagunillas de Tierra (la actual Lagunillas).

Hermosa vista de Lagunillas de Agua / Foto: internet

Un poco antes de levantar techos, la holandesa Shell construyó un muro de contención para ganarle tierra al lago como hacían ellos en los Países Bajos.

Con “los campos” (así les dice todo el mundo) se marcó la sentencia de muerte de Lagunillas de Agua.

Yo no viví a Lagunillas de Agua, apenas recuerdo que de niño esperábamos con mi abuelo Germán carritos “por puesto” en La Frontera, justo delante de las ruinas aún habitadas del legandario pueblo palafítico. De La Frontera les contaré en otra oportunidad. 

Culpables: Las Putas 
Un incendio, el 13 de noviembre de 1939, narra magistralmente Ramón Díaz Sánchez en su novela Mene;  redujo a cenizas a Lagunillas de Agua. 

La hipótesis más difundida es que una lámpara de kerosene cayó accidentalmente desde el Bar Caracas (propiedad de Alicia Mendoza) sobre las aceitosas aguas de lago de Maracaibo provocando un voraz incendio que barrió con el pueblo. Registra el Diario Panorama una tragedia de magnitudes bíblicas: 5.000 muertos y cerca de 300 palafitos consumidos por las llamas. 

  
Los periódicos de entonces destacaron el “bien” que producía la destrucción de ese antro de vicio y prostitución y menos la tragedia humana. Hay quienes se atreven a sugerir los intereses políticos y económicos de la destrucción de Lagunillas de Agua y la construcción de Lagunillas de Tierra y Ciudad Ojeda.

En el imaginario popular, cobraría mayor fuerza la tesis de aquella sentencia de muerte que un cura le hizo al pueblo por albergar burdeles repletos de prostitutas foráneas, también atraídas por la bonanza petrolera.

Quizá por ese gigantesco incendio, que borró de la faz de la tierra al pueblo palafítico; la bandera y el escudo del municipio Lagunillas tienen como emblema al Ave Fénix. Recordatorio de que Ciudad Ojeda y Lagunillas de Tierra surgieron de las cenizas de Lagunillas de Agua.

Bandera y Escudo del actual municipio Lagunillas

2 comentarios:

  1. Muy buen relato, yo actualmente vivo muy cerca de allí, vivo en campo Carabobo, hace poco estuve muy cerca del antiguo sindicato pero realmente no se como llegaría a las orillas de lagunillas de agua. Si es que queda alguna cosa

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  2. Muy bueno su blog. Vivo muy cerca de ese sitio vivo en campo carabobo. Quisiera saber como llegar a la orilla de la antigua lagunillas de agua, hace muy poco estuve en el frente del antiguo sindicato

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